Hojas de ruta ágiles: crear, compartir, usar y evolucionar

Adoptar una metodología ágil no significa no saber a dónde vas. Significa ser flexibles sobre la ruta que se tome.

Dan Radigan De Dan Radigan
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Resumen: una hoja de ruta de un producto es un plan de acción sobre cómo un producto o una solución evolucionará a lo largo del tiempo. Los equipos de productos utilizan las hojas de ruta para describir las funciones que tendrá el producto y para informar de los lanzamientos de nuevas funciones. Si se utiliza en un desarrollo ágil, la hoja de ruta ofrece un contexto crucial para el trabajo diario del equipo y debería responder a los cambios en el panorama competitivo.

La idea de que el desarrollo ágil descarta la planificación a largo plazo quizás sea el mito más grande después del monstruo del lago Ness. Una hoja de ruta es tan importante para un equipo ágil como para un equipo en cascada, ya que proporciona contexto sobre el trabajo diario del equipo, la visión a largo plazo y responde a los cambios en un entorno competitivo. Pero a diferencia de la legendaria bestia acuática escocesa, una hoja de ruta ágil es fácil de encontrar y de comprender.

¿En qué consiste una hoja de ruta de un producto ágil?

La hoja de ruta de un producto es un plan de acción sobre cómo un producto o una solución evolucionará a lo largo del tiempo. Los equipos de productos utilizan las hojas de ruta para describir las funciones que tendrá el producto y para informar de los lanzamientos de nuevas funciones. Si se utiliza en un desarrollo ágil, la hoja de ruta ofrece un contexto crucial para el trabajo diario del equipo, la visión de futuro y debería responder a los cambios en el panorama competitivo. Varios equipos ágiles pueden compartir una sola hoja de ruta de producto o cada equipo puede tener su propia hoja de ruta de producto.

Crear la hoja de ruta

Para crear una hoja de ruta, los equipos de productos tienen en cuenta las trayectorias del mercado, los objetivos de la empresa, el feedback y las ideas de los clientes y las restricciones de ingeniería. Una vez que estos factores se entienden razonablemente bien, se expresan en una hoja de ruta en forma de iniciativas y plazos. A continuación encontrarás una hoja de ruta sencilla para un equipo de producto. En términos generales, es mejor que las hojas de ruta de los productos se limiten a periodos de tiempo más grandes, como meses o trimestres, en lugar de comprometerse con fechas específicas. Para mantener las conversaciones sobre priorización centradas en los objetivos y la estrategia, en lugar de en los plazos, puedes intentar asignar las iniciativas a ahora, a continuación y más adelante.

Hoja de ruta de un producto en Jira que muestra las categorías de ideas asignadas a ahora, a continuación y más adelante.

Compartir la hoja de ruta

Una vez creada una hoja de ruta, debe compartirse con todo el equipo de producto, la dirección y los equipos de entrega para que todo el mundo entienda la visión y la dirección que se está tomando. En muchas organizaciones, los propietarios del producto crean sus hojas de ruta en PowerPoint y hojas de cálculo y, a continuación, las envían por correo electrónico al equipo. Aunque las intenciones son buenas, esta estrategia falla desde el inicio. Cada miembro del equipo tiene su propia copia de la hoja de ruta, de modo que tener a todo el mundo actualizado cuando la hoja de ruta cambie es un proceso, cuanto menos, pesado.

Entonces, ¿cómo pueden los equipos de productos informar mejor a la organización? Muy fácil.

La mayoría de las herramientas de colaboración notificarán automáticamente a todos los participantes de un proyecto para hacerles saber que la hoja de ruta ha cambiado.

Cuando se añade una iniciativa a la hoja de ruta, ten en cuenta las siguientes preguntas:

Antes de tratar el tema de las soluciones de pronóstico dinámico, veamos los pasos que debes seguir para crear un plan ágil a largo plazo con la metáfora de construir una casa:

  • ¿Cuáles son las prioridades relativas a cada iniciativa?
    • ¿Qué impacto tendrá cada iniciativa en los objetivos del producto y de la empresa?
    • ¿Cuánto esfuerzo se requiere para cada iniciativa?
    • ¿Hay información y datos suficientes para apoyar la puesta en marcha de una iniciativa?
  • ¿Cuándo pensamos trabajar en cada iniciativa?
    • ¿Hay algunos plazos concretos que el equipo deba cumplir?
    • ¿Qué dependencias (internas o en otros equipos) tiene el programa?
  • ¿Qué equipos están trabajando en cada iniciativa?
    • ¿Tienen los equipos actuales disponibilidad en su planificación y capacidad suficiente?
    • ¿Podrán los equipos ágiles actuales seguir siendo estables?
      • De lo contrario...
        • ¿Cómo se reorganizarán los equipos?
          • ¿Estamos teniendo en cuenta el periodo de adaptación de los equipos recién formados en los plazos del proyecto?

Usar la hoja de ruta

Es importante vincular el trabajo de entrega de tu equipo con la hoja de ruta del producto para que puedas entender todo el "contexto" mencionado anteriormente. Un método eficaz demostrado es plasmar las ideas sobre el producto que has priorizado en la hoja de ruta del producto y, a continuación, dividirlas en epics, requisitos e historias de usuarios en tu hoja de ruta de entrega. En la mayoría de los casos, cada idea tiene su epic correspondiente que hay que dividir en tareas más pequeñas para completarlo. Conectar las ideas de la hoja de ruta del producto con los epics de la hoja de ruta de entrega permite a los ingenieros tener al alcance de la mano el contexto detrás de las iniciativas priorizadas, como el feedback de los usuarios y la investigación. Además, facilita a los equipos de productos y desarrollo tomar decisiones a corto plazo juntos que no comprometan el trabajo futuro.

Digamos que lanzamos una funcionalidad de perfil de usuario completa en nuestro sitio web. Si vemos que nuestros clientes no interactúan con la funcionalidad, ¿deberíamos seguir invirtiendo en ella? Quizá sí o quizá no. Debemos entender por qué la interacción es baja antes de tomar la decisión. En lugar de seguir hacia delante, podemos implementar algunas pruebas A/B con la esperanza de averiguar el motivo del bajo nivel de interacción. Esto podría orientarnos a tomar una dirección que hubiera sido mucho más difícil (o imposible) si simplemente hubiésemos avanzado con más funciones adicionales.

La capacidad de dar un paso atrás e investigar antes de tomar una decisión clave es la esencia de una hoja de ruta ágil. Idealmente, el proceso de descubrimiento de la recopilación de información útil y datos es el primer paso que debes dar antes de decidirte a implementar cualquier decisión. Aporta al equipo la capacidad de hacer evolucionar las funciones a medida que aprenden más sobre un producto y el mercado.

Antipatrones ante los que estar alerta
  • La planificación a futuro se ignora por completo. ¡Aquí actuamos por impulso!
  • El "resto de la empresa" se mantiene al margen de lo que el equipo se trae entre manos.
  • La hoja de ruta se actualiza constantemente (o nunca se la actualiza).
  • Los requisitos detallados retrasan la hoja de ruta.

Evolución de la hoja de ruta

Los proyectos de cascada requieren una enorme inversión inicial. Por ello, los miembros del equipo se implican emocionalmente con la hoja de ruta y sacrifican la decisión correcta debido a que es demasiado difícil deshacer el trabajo ya realizado. Es un pecado tan humano como cualquier otro.

Por su parte, el desarrollo ágil se enfrenta a tres riesgos:

  • El equipo puede perder confianza en la capacidad de los líderes de tomar decisiones estratégicas si la hoja de ruta se actualiza con demasiada frecuencia.
  • El producto puede llegar demasiado tarde al mercado, desaprovechando un pico de demanda, si la hoja de ruta no se actualiza con la frecuencia necesaria.
  • Los esfuerzos a largo plazo pueden parecer demasiado grandes y difíciles en iteraciones cortas. El equipo sobrecompensa esta situación dividiendo el trabajo granularmente y acaba centrándose demasiado en resultados a corto plazo.

Para luchar contra abusos, no estancarse y evitar quedarse cortos de miras, equilibra las tácticas a corto plazo y los objetivos estratégicos a largo plazo en la hoja de ruta. Una buena manera de lograrlo es revisar las hojas de ruta trimestralmente, ajustarlas como sea preciso y compartirlas. Esto funciona bien en las organizaciones de cualquier tamaño, pero recuerda: una única hoja de ruta puede abarcar varios equipos ágiles, de modo que inspecciona, adapta y comunica acorde con tu situación.

Sigue leyendo el Orientador ágil para descubrir consideraciones especiales para equipos de mayor tamaño que gestionen carteras ágiles con hojas de ruta que abarquen varios equipos. También puedes intentar crear tu propia hoja de ruta gratis en Jira Product Discovery, diseñado para equipos de productos.